Señor que quieres que yo haga
Esta debe ser la pregunta de un ser humano
ante la Deidad de Dios, pidiendo dirección en los momentos cruciales de su
vida, cuando no encontramos
salidas seguras en caso de necesidad.
Esta
pregunta salió de los labios del Apóstol Pablo cuando tuvo un encuentro
personal con Dios, al cual debemos acceder todos los seres humanos, es muy
sencillo decir yo soy hijo de Dios cuando aún no le conocemos y mucho menos
cuando aún no tenemos una relación personal, la cual se obtiene con un
encuentro personal; en la vida real, no se tiene evidencia y conocimiento de
alguien si no hay una cercanía, un dialogo fluido a través del cual usted puede
sacar conclusiones a cerca de esta persona; esto se aplica a nuestra relación
con Dios.
En
su época Saulo su nombre inicial, creía estar haciendo lo correcto,
persiguiendo a la Iglesia, entendiendo por Iglesia a las personas que forman
parte de la misma e iniciando una feroz persecución
de los que hacían parte de ella, Pablo o Saulo fue un hombre ilustrado, era
fariseo de fariseos y creía estar haciendo lo correcto. Pero un día iba camino
a Damasco con carta del principal sacerdote para encarcelar a los cristianos
quienes formaban parte de la Iglesia de la época, pero camino a esta ciudad,
sucedió algo que nadie, ni el mismo lo había imaginado, tuvo un encuentro
personal con Jesús, haciendo este un ejemplo de lo que usted y yo tendremos y
cada persona tendrá en su vida, es por esta razón que cada ser humano debe
tener ese encuentro personal con Dios a la manera de Él.
La
biblia nos narra lo sucedido con Saulo en el camino a Damasco, encontrando este
precioso encuentro narrado en el libro de los Hechos capítulo 9: 1-9 y dice
así: Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los
discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, y le pidió cartas para las
sinagogas de Damasco, a fin de que, si hallase algunos hombres o mujeres de
este Camino, los trajese presos a Jerusalén. Mas yendo por el camino, aconteció
que, al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz
del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por
qué me persigues? El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien
tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. El, temblando y
temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate
y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.
Y los hombres que
iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver a
nadie. Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a
nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco, donde estuvo
tres días sin ver, y no comió ni bebió.
En
esta situación encontramos una forma del llamamiento de Dios a un hombre que a
través de este encuentro personal con Dios tuvo un cambio radical de su vida
que lo marcó para siempre. y hoy lo conocemos como el Apóstol a los gentiles
descendiente de la tribu de benjamín.
Esto
nos indica que es necesario este encuentro con el Señor para saber lo que
debemos hacer, no necesariamente como lo sucedido con Pablo, porque a partir de
esta situación su nombre ya no fue Saulo sino Pablo, y su vida dio un cambio de
180 grados, siguiendo y haciendo la voluntad de quien lo llamó.
Es
importante mirar los eventos del porque sucedió esto con Pablo, creía estar
sirviendo a Dios, y así mismo la gran mayoría de seres humanos creemos que
servimos a Dios y le conocemos, pero que equivocados estamos, perseguimos a
Dios, como le sucedió a Pablo, cuando perseguimos a alguien que sirve a Dios o
lo criticamos lo hacemos con Dios, la escritura nos dice que cuando Pablo cayó
al Piso, oyó una voz que le decía Saulo, Saulo porque me persigues? y Saulo perseguía
a personas, pero estas eran parte de la Iglesia de Jesucristo, donde Jesucristo
es la cabeza de la iglesia; es necesario frenar nuestra lengua porque hoy han
levantado críticas contra la Iglesia y sus servidores haciéndolo contra Dios,
queremos colocar en alerta que cuando sus críticas se hacen contra uno de estos
servidores, lo está haciendo contra Dios.
Saulo
era muy temido por el pueblo cristiano de la época, esta evidenciado en el
mismo capítulo 9:10-19 que nos dice así Hch. 9:10 Había
entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en
visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. Hch 9:11 Y el Señor le dijo:
Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno
llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, Hch 9:12 y ha visto en visión a un varón llamado
Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista. Hch
9:13 Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este
hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén; Hch 9:14 y aun aquí
tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que
invocan tu nombre. Hch 9:15 El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido
me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y
de los hijos de Israel; Hch 9:16 porque yo le mostraré cuánto le es necesario
padecer por mi nombre. Hch 9:17 Fue entonces Ananías y entró en la casa, y
poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te
apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista
y seas lleno del Espíritu Santo. Hch 9:18 Y al momento le cayeron de los ojos
como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado.
Hch. 9:19 Y habiendo tomado alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por
algunos días con los discípulos que estaban en Damasco.
Lo
más seguro es que usted, no tendrá un encuentro como el de Saulo, pero lo real
es entrar en amistad con Él.
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